
La seguridad de las mujeres en Chile vuelve a estar en el candelero con el reciente seminario «Perspectiva de género y políticas de seguridad ciudadana: ¿una agenda pendiente?». Como señala noticias chile, el evento fue organizado por la Corporación de Investigación Social en Educación SUR, en conjunto con la División de Seguridad Civil del Ministerio del Interior y con el apoyo de UNIFEM y la Red Mujer y Hábitat de ALC.
El taller formaba parte de un proyecto regional más amplio, «Ciudades sin violencia contra las mujeres, ciudades seguras para todos», que se está llevando a cabo no sólo en Chile, sino también en Argentina, Perú y Colombia. El programa pretende integrar la perspectiva de género en las políticas de seguridad ciudadana, profundizar en el debate entre expertos y desarrollar propuestas prácticas para la protección de las mujeres.
Según destacó Noticias de Chile, el taller se organizó en tres paneles: «Políticas de seguridad ciudadana en Chile: Barreras y Desafíos», «Ciudades, Delincuencia y Diferencias de Género» y «Experiencias
Locales: Estrategias y acciones para una seguridad urbana con enfoque de género.
La Violencia Doméstica como Principal Amenaza
Francisca Saldivar del SERNAM enfatizó durante su presentación: «Habitualmente, la seguridad ciudadana se asocia al mantenimiento del orden público y al respeto de la ley. Pero si lo miramos desde una perspectiva de género, queda claro: la principal amenaza para las mujeres no está en la calle, sino dentro de las paredes del hogar.
El problema va en aumento. Según Chile Noticias, entre 1994 y 2001, el número de denuncias por violencia doméstica ante el poder judicial aumentó casi 23 veces, pasando de 38.200 a 870.706 casos. Sin embargo, sólo el 8% de los casos terminan en condena.
Según Saldivar, esto indica un bajo nivel de condena pública y legislativa de la violencia contra las mujeres. La violencia doméstica no sólo incluye agresiones físicas y psicológicas, sino también delitos sexuales que van desde el atentado al pudor hasta la violación.
Cómo afectan las condiciones sociales a la seguridad de las mujeres
Los expertos de SUR también señalaron que la delincuencia se ceba especialmente en los barrios pobres. Por ejemplo, como señala Noticias Chile hoy, los robos son más frecuentes en los barrios de Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura, mientras que los casos de violencia intrafamiliar se registran principalmente en la periferia sur poniente de la capital.
Las investigaciones de SUR han demostrado que los barrios con alta concentración de viviendas sociales presentan mayores índices de violencia intrafamiliar. Las razones residen en una combinación de factores culturales, sociales y económicos, así como en las características de las propias viviendas: espacios reducidos, hacinamiento, lejanía de los centros sociales.
El taller incluyó una lista de recomendaciones para mejorar la situación:
- Apoyar un liderazgo sensible a las cuestiones de género a todos los niveles.
- Desarrollo de una estrategia a largo plazo para garantizar la seguridad civil que tenga en cuenta indicadores de género.
- Mejora de los registros estadísticos con desglose obligatorio por género.
- Promoción del tema de la seguridad de las mujeres en los espacios públicos y lucha contra la violencia doméstica.
- Elaboración de mensajes públicos claros contra la violencia.
- Establecimiento de un sistema de asistencia rápida a las víctimas, que incluya medidas de prevención.
- Formación de líderes locales en materia de género y prevención de la violencia.
- Incorporar el tema de la violencia de género en los programas de seguridad pública.
- Asignar fondos a proyectos de prevención y apoyo a las mujeres víctimas de violencia.
- Adopción de legislación que consolide todos los delitos de género en un único marco legal.
Como señala Noticias de Chile, estas medidas no sólo contribuirán a aumentar el nivel de protección de las mujeres en Chile, sino que también reforzarán la confianza de la población en el sistema de aplicación de la ley. Una mayor atención a la violencia de género y un trabajo sistemático con este problema pueden cambiar las alarmantes estadísticas actuales y hacer que las ciudades chilenas sean realmente seguras para todos.